jueves, 21 de julio de 2011

Un pequeño paso



Hace algunos años, un 21 de julio, y sobre esta misma hora, millones de personas veían, incluso con lágrimas en los ojos, como el Sr. Armstrong se convertía en el primer ser humano en pisar la superficie lunar. El Sr. Armstrong no iba solo. La Misión espacial Apolo 11, iba tripulada, además, por Edwin, Buzz y Michael (pobres… solo se hizo famoso el tal Armstrong)

Tras seis horas de haber alunizado -¿Qué harían 6 horas dentro de aquel aparato en vez de salir? seguramente jugaban con la gravedad mientras en Houston sufrían de ansiedad y preparaban sus micrófonos para decir "Tenemos un problema" o en versión original "Houston, We have a situation"- , el Sr. Armstrong descendió del Águila y dio el salto pronunciando la frase: "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad"

Aquella imagen y aquellas palabras recorrieron el mundo entero. Las familias se reunieron frente a sus televisores en blanco y negro y presenciaron cómo, una vez más, algo que parecía total y completamente imposible acababa de suceder. Aquello, supuso, como muy acertadamente lo manifestó Neil Armstrong un pequeño salto para el hombre y un gran salto para la humanidad.

Tras haber instalado las cámaras, los tripulantes del Apolo 11 se comunicaron con el Presidente de los Estados Unidos de América de aquel entonces Richard Nixon.

En esta llamada, el Sr. Nixon manifestó:
“Hola Neil y Buzz, les estoy hablando por teléfono desde el Despacho Oval de la Casa Blanca y seguramente ésta sea la llamada telefónica más importante jamás hecha, porque gracias a lo que han conseguido, desde ahora el cielo forma parte del mundo de los hombres y como nos hablan desde el Mar de la Tranquilidad, ello nos recuerda que tenemos que duplicar los esfuerzos para traer la paz y la tranquilidad a la Tierra. En este momento único en la historia del mundo, todos los pueblos de la Tierra forman uno solo. Lo que han hecho los enorgullece y rezamos para que vuelvan sanos y salvos a la Tierra"


Y así lo hicieron, la tripulación regresó a la Tierra sana y salva.

Existen momentos de nuestra historia que no debemos olvidar. Si no que, por el contrario, debemos mantener presentes a cada instante. Creer en lo imposible ha hecho que muchos seres humanos descubran maravillas. Si estas personas, no hubiesen creído en que el hombre podía viajar a la luna no supiésemos ni de Armstrong, ni de los cráteres de la luna, ni de que aquello era "un pequeño paso para el hombre". Y lo más grave, no hubiésemos podido ver las fotos que le hacen a nuestro Planeta Tierra desde el espacio.

Sin embargo, ellos creyeron en lo imposible. Ellos, como lo han hecho otros tantos millones de personas, han creído en lo imposible. Y han dado un pequeño paso, y luego otro más, que nos ha dejado a las generaciones futuras de la humanidad, la seguridad de que lo imposible es algo que depende únicamente de nuestra decisión.

Cada uno de nosotros, y durante cada día de nuestras vidas, damos un pequeño paso para el hombre y dejamos una huella. Cada vez que decidimos seguir a nuestro sueño, dejamos una huella aún más indeleble. Un pequeño paso, por insignificante que parezca, puede suponer un gran paso para la humanidad, para tu felicidad.

Desea siempre lo imposible...

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bien!

!!!